Luis Fernando Loza Lepe
Con la actitud a tope y ansiosos, como marca la tradición taurina, Julián Garibay y Cesar Pacheco compartieron sus emociones con la afición tapatía, previo a su actuación del próximo domingo en la segunda novillada del serial tapatío.
Los jóvenes espadas están construyendo una sana competencia en los ruedos, después del compromiso en Guadalajara, tierra de Julián; repetirán juntos en la Feria de Zacatecas, tierra de Pacheco.
“Yo lo que quiero es trascender, tengo días ejemplos con mi nombre que ya marcaron a mucha afición, uno es “El Juli” y otro, para los que les gusta el fútbol, es Julián Quiñones… y yo soy otro Julián”, comentó con cierto toque divertido Garibay.
Agregó que su andar en España, incluido el cornadón de 80 puntadas que recibió, lo han hecho mejorar como torero y como persona, “me siento muy bien, listo para la exigencia que seguro caerá en mi aquí en Guadalajara”
Cesar Pacheco no se quedó atrás y consideró que El Nuevo Progreso es actualmente la plaza más importante y de mayor calibre en el país, por eso hay que venir a entregarse, como si fuera la ultima tarde que vas a torear”, abundó.
El chaval zacatecano fue más allá, “Julián y yo somos amigos, nos apodera la misma casa, pero hay rivalidad leal en todo, si vamos a correr no se puede adelantar porque de inmediato lo alcanzo, si pega ocho muletazos, yo pego nueve”
Pacheco alimentó la expectativa por el cartel del domingo, “no quieto soñar egocéntrico, pero me preguntan que van a ver el domingo, pues me van a ver saliendo a hombros con las orejas de mis toros en la mano”
El encierro de la segunda novillada en Guadalajara ya sufrió una modificación y saltarán al ruedo, tres ejemplares de Castorena y tres de Boquilla del Carmen.
