EN LA DEFENSA
Panorama incierto
Apreciables aficionados, la liga comienza a mostrar ritmo y si bien los equipos tapatios a un no muestran su verdadero rostro, nos podemos ir dando una idea de que esperar para este torneo.
Comencemos con el zorro de las promesas eternas. Una vez más vimos un arranque contundente hasta toparse con el poderoso Jaguar que le recordó porque no ha ganado en Liguilla. Y es que para ser sinceros, el Atlas repite la misma fórmula una y otra vez. Arranques fuertes llenos de ilusión que se convierten en rotundos fracasos a manos de los verdaderos gigantes de nuestro futbol. Mientras Tomas Boy no aprenda a ser autocrítico no llegara más que a entregar torneos “aceptables” a la afición. Se necesita aprender del error para llegar a ser campeón.
Los Leones Negros lucen más feroces. Con un equipo reforzado por jugadores sudamericanos de gran potencia física, podemos ver que el equipo se balanceo. Fiel a su sistema, lo Leones defienden muy bien pero este torneo también juegan bien al contragolpe. Si sus refuerzos se adaptan rápido a la liga nacional, podríamos ver al equipo salvado antes de que termine el torneo. Esta vez tendrán que hacer algo más que defender bien si es que de verdad quieren quedarse.
En el Guadalajara existe un enigma que esperemos se resuelva pronto. Nombre por nombre, Las Chivas suenan como uno de los planteles más poderosos del torneo. Sólo falta esa chispa final que hace que los equipos engranen y produzcan un futbol vistoso y efectivo. Sin duda alguna el Guadalajara tiene todos los elementos para salvarse y calificar a Liguilla. Si el Chepo encuentra una alineación balanceada que logre sacar lo mejor del equipo podemos esperar finalmente unas Chivas poderosas en busca del torneo.
Por último me gustaría hacer mención a uno de los eventos más extraordinarios que viví como futbolista, con el fin de conmemorar un año más del Estadio Jalisco. Se trata del título del 87 que logramos obtener en contra del Cruz Azul. Nada se puede comparar a la grandeza del Estadio Jalisco envuelta en alegría celebrando la victoria de su equipo. No cabía un aficionado más y no faltaba un solo grito por parte del público.
Es el momento cumbre, lo más alto de la cima que puedes anhelar como jugador. Un campeonato es vida, es experiencia que se convierte en leyenda. Un verdadero placer haber tenido el privilegio de pisar una y tantas veces la legendaria cancha de uno de los estadios más bellos del mundo.